Según publica el diario Marca, el W15 de Mercedes «recupera el color de las flechas plateadas» en la parte delantera y en la cabina del piloto que «se combina con el color verde agua», mientras que el resto del coche se mantendrá de color negro «por motivos de ahorro de peso».
«No es sólo un cambio de aerodinámica, sino muchos cambios mecánicos para hacer un coche más rápido y predecible para los pilotos. Veremos en Bahréin si lo hemos conseguido», precisó Toto Wolff, jefe del equipo Mercedes.
El técnico austríaco admitió que tienen por delante «una montaña que escalar para luchar en el frente» y agregó: «En este deporte no hay milagros, pero nuestra ambición y determinación son fuertes. Desde que se trazó este nuevo rumbo, el desarrollo ha progresado bien. Teníamos varios elementos en nuestra lista de prioridades para este automóvil. Pronto veremos si hemos dado el paso que buscábamos».
Mercedes quiere volver a lograr títulos en la F1 tras dos años «discretos» y con sólo una victoria, la de George Russell en Brasil 2022, situación que «propició un volantazo total» en cuanto a la construcción de un nuevo monoplaza.
La próxima temporada para Mercedes tendrá, además, la particularidad de que será la última de Lewis Hamilton en el equipo alemán, en el que militó durante 11 años y con el que ganó seis de sus siete campeonatos del mundo.
El piloto británico dejará Mercedes a fines de este año para correr recién a partir de 2025 en Ferrari, pero se convirtió en «la noticia del año» de la Fórmula 1 que comenzará a rodar oficialmente el próximo 2 de marzo en el Gran Premio de Bahrein, en la primera de las 24 pruebas organizadas para esta temporada.