
El boliviano Ramiro Vaca, con un acrobático salto, anotó de tijera para Bolívar en la derrota frente a Cerro Porteño, en Asunción, por el Grupo G
La apertura de la fase de grupos de la Copa Libertadores no dejó un resultado positivo para Bolívar. Por el Grupo G, el conjunto boliviano perdió por 4-2 frente a Cerro Porteño, en el estadio La Nueva Olla de Asunción. Sin embargo, el equipo celeste regresó a la ciudad de La Paz con una suerte de aliciente: la actuación individual de una de sus figuras, Ramiro Vaca, autor de dos goles, uno de ellos que tranquilamente puede ser candidato al Premio Puskas que otorga la FIFA.
¿Cómo fue la obra de arte de Vaca? A los 17 minutos, con el resultado 0-0, Bolívar contó con un tiro libre. Leonel Justiniano remató, pero la pelota se estrelló en la barrera, su compañero Jesús Sagredo tomó el rebota, la jugada se ensució, hubo un despeje de cabeza del jugador local Gustavo Velázquez y, sin pensarlo, Vaca (de 25 años) realizó un acrobático movimiento en el aire, impactando la pelota de tijera (o media chilena), un tiro que se clavó en el arco defendido por Roberto Fernández.
Con semejante golazo, Vaca, una importante pieza de la selección de Bolivia, silenció a los hinchas de Cerro Porteño, el equipo dirigido por el argentino Diego Martínez, extécnico de Boca y Tigre. Todos sus compañeros corrieron a celebrar el gol, de cara a un puñado de hinchas bolivianos que viajaron a Asunción. Fuente La Nación