Estudiantes terminó 2024 a pura alegría al alzar el Trofeo de Campeones goleando por 3-0 a Vélez en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero. El campeón de la Copa LPF del primer semestre ante el mismo rival demostró cuánto se preparó para esta velada, salió a jugar con el cuchillo entre los dientes y fue demasiado para el flamante ganador de la Liga, que trabajó apenas tres días de cara al encuentro y pareció jugar con resaca tras los recientes festejos.

Cuando se estabilizó el juego en el primer tiempo, fue el conjunto de Eduardo Domínguez el que tomó el control de los tres cuartos de cancha, cubriendo espacios y quedando a un pase de dejar a un hombre mano a mano con Tomás Marchiori. No obstante, el que amenazó primero fue Braian Romero bien tapado por Matías Mansilla, pero después el arquero velezano tuvo trabajo ante Tiago Palacios dos veces, y tras un rebote Joaquín Tobio Burgos resolvió por arriba.

De todas formas, la llave del marcador para el Pincha fue la pelota parada. A los 23 minutos, Sebastián Boselli cabeceó alto un córner desde la izquierda, el balón pegó en el travesaño, en la espalda de Marchiori y se coló en el arco. Ante un Fortín que no reaccionaba, estiró diferencias el León a los 28 cuando ejecutó un tiro libre Tiago Palacios, lo bajó de cabeza Luciano Lollo y por derecha Alexis Manyoma definió al primer palo.

Recién entonces volvió a reaccionar el conjunto dirigido por Leandro Desábato -¿y a distancia por el ausente con aviso Gustavo Quinteros?-, pero la fortuna le dio la espalda cuando Maher Carrizo estrelló una pelota en el travesaño. También intentó Francisco Pizzini, pero lo frustró Mansilla, y en la última Marchiori le tapó el tercero a Manyoma.

El complemento arrancó con otra tónica, con ambos equipos más ordenados y los de Liniers sin poder tomar el protagonismo que la situación requería. Finalmente, a los 31 en una jugada aislada Eric Meza envió un centro desde la derecha que Guido Carrillo cabeceó al primer palo para sellar la goleada. Y no se jugó más.

Estudiantes se encaminó así a una victoria inapelable que le hace olvidar con más gloria un semestre flojo, mientras que a un flojo Vélez le tocó masticar bronca tras su gran logro de hace apenas seis días.