JOSE LUIS CUCCIUFFO – Por Roly Pérez Beveraggi
Nació en Córdoba el 1 de febrero de 1961 y se hizo conocido jugando en Talleres, cuando su vocación por el fútbol se impuso a su intención de estudiar ingeniería. Cuciuffo se inició en Talleres a finales de los 70, pero su notoriedad llegó tras ser cedido al Club Atlético Chaco For Ever, con el que jugó el Torneo Nacional de 1980.
Por aquel entonces los chaqueños quedamos admirados con su presencia, ya que sin tener un gran porte, lucía con su muy buen juego aéreo y su refinado trato de la pelota. Se notaba que era un jugador distinto y todos los que lo conocimos nos sentimos un poco más campeones del mundo en el 86, porque su despegue futbolístico se inició en el Chaco.
Volvió como titular a Talleres, uno de los conjuntos más fuertes de la época y una de las bases de la Selección Argentina que ganó el Mundial de 1978, con jugadores como Luis Galván, José Daniel Valencia, Miguel Ángel Oviedo o José Omar Reinaldi. Sin embargo, además de las cualidades futbolísticas que Cuciuffo mostraba dentro de las canchas, el mayor conocimiento de su juego y de su propia existencia comenzó en 1981, cuando la revista Humor -la de mayor resistencia a la dictadura militar de Argentina- se basó en la fonética de su apellido para realizar una campaña con el fin de que fuera convocado a la Selección Argentina.
Si bien César Luis Menotti no terminó llevándolo al Mundial de España en 1982, Carlos Bilardo, en cambio, acabó reparando en él para el Mundial siguiente, en México. Cuciuffo pasó entonces de ser un ignoto defensor a un jugador sumamente popular, y no precisamente por su juego, sino por su apellido y por las constantes bromas de la revista Humor en la recordada sección ‘Pelota’, en la que los más acérrimos críticos de fútbol del momento reclamaban su presencia en la albiceleste.
A comienzos de 1982, Vélez les ganó de mano a otros pretendientes y compró el pase del marcador central. En Liniers alcanzó un alto rendimiento y la convocatoria para la Selección de Carlos Bilardo que participó de México 86. En ese Mundial, Cuciuffo fue una de las piezas importantes del campeón que dirigía Carlos Bilardo.
En esa época Cuchu dijo: ‘Después de la convocatoria, lo único que le pedía a Dios era estar en la lista de los veintidós que viajarían a México. Cuando se dio, quería que Argentina saliera campeón, jugara o no yo, pero por dentro tenía unas ganas bárbaras de estar entre los titulares. Me sentía capacitado para jugar y también quería demostrar por qué había sido elegido’.
En ese Mundial conseguiría el único título de su trayectoria. Una vez convocado por Bilardo, Cuciuffo se contentaba con estar en la lista de los 22 convocados. Pero la lesión de Daniel Pasarella obligó a Bilardo a cambiar de sistema y recurrir a un libre (Brown) y dos marcadores (Ruggeri y, finalmente, Cuciuffo).
Fue titular en cinco de los siete partidos, aunque Cuciuffo mantuvo siempre un bajo perfil. Terminó jugando 21 partidos en la selección argentina, entre 1985 y 1989. En julio de 1987 fue transferido a Boca, junto con Humberto Coyita Gutiérrez. Jugó allí durante tres temporadas y se alejó tras una polémica con los directivos. Continuó su carrera en Francia (Nimes Olympique y Reims).
El 11 de diciembre del 2004 fallecía trágicamente. Esta muerte absurda le llegaba cuando tan solo tenía 43 años.
