13 de julio 2024
Luis Suárez rescató en la hora a Uruguay en su peor versión de la Copa América 2024 y los penales le dieron el tercer lugar
Uruguay consiguió el tercer puesto en la Copa América de Estados Unidos con un 4-3 en la definición por penales contra Canadá, luego de un 2-2 frenético en Charlotte. Lo logró tras un cierre electrizante de partido, en el que marcó el gol del empate a los 48 minutos del segundo tiempo mediante un histórico, Luis Suárez.
El espectáculo fue eléctrico. Abrió el marcador Rodrigo Bentancur (media vuelta y zurdazo), empató Ismael Koné con una pirueta, estiró la diferencia Facundo Pellistri, rápidamente anulada por una posición adelantada. De ida y vuelta, Canadá siempre se mostró más punzante: dispuso de tres situaciones claras durante ese mismo capítulo, pero no pudo. No supo. En la última, Nández se jugó la vida para evitar la caída de su arco, tras un impacto de Osorio.
Ahmed, Koné, Oluwaseyi: Canadá fue al frente con otros apellidos y el mismo espíritu solidario. Sin De la Cruz, suspendido y con los ingresos de Luis Suárez (¿habrá sido su última vez en la selección y con un gol decisivo?) y De Arrascaeta, gladiadores de otra era, el equipo celeste buscó con alma y vida, pero en casi todo el espectáculo fue superado por una valiente, moderna Canadá.
A 10 minutos del final, Jonathan David aprovechó un rebote de Rochet y selló el 2-1, cuando el mejor tiempo del equipo norteamericano ya había pasado. Y Lucho Suárez, siempre vigente a los 37, estableció el 2-2 definitivo. El 69° en la era de la selección.
Uruguay chocó con Canadá y con sus propios contratiempos, 24 horas después de la furia del Loco Bielsa, declarado en rebeldía ante eventuales sanciones a futbolistas de la Celeste por una trifulca en las tribunas en las semifinales frente a Colombia, que incluyeron supuestas agresiones a familiares de jugadores.
“¡Yo me rebelo!”, advirtió el DT, que en una semana cumplirá 69 años, enérgico y disgustado, en la conferencia de prensa previa al partido en el mismo Bank of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte.
“Si usted ve que hay un proceso para que eso que sucedió no suceda, si usted ve que hay un proceso para que se atenúe, es decir, una puerta de escape, y las dos cosas no suceden y están agrediendo a su mujer, a su madre, a un bebé, a su esposa, a su hermana, ¿qué hacen? ¿van a sancionar a los que los fueron a defender?”, gritaba el Loco, al responsabilizar a la organización. La Conmebol anunció que abrió un expediente disciplinario para establecer “responsabilidades”. Son investigados una decena de jugadores de la Celeste, entre ellos Darwin Núñez, Ronald Araújo y José María Giménez, con la posibilidad de sanciones severas con la mira en la reanudación de las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026 en septiembre; Uruguay recibirá a Paraguay y visitará a Venezuela.
Entrenado por Jesse Marsch, Canadá dio la talla por los invitados de la Concacaf al torneo estrella de la Conmebol, en el que sus vecinos y coorganizadores de la próxima Copa del Mundo, Estados Unidos y México, fueron eliminados en la primera rueda. Costa Rica y Jamaica también se despidieron en la fase de grupos y Panamá se fue en cuartos de final.
La selección canadiense perdió 2-0 ante la Argentina dos veces, pero en ambos casos (como anoche), demostró un crecimiento exponencial. “Tenemos un gran talento, buenos goleadores, y sé que vamos a continuar este desarrollo”, expresó Marsch. “Hay que darle crédito a los muchachos por jugar como lo han hecho. Claramente estamos en buen camino”, fue su mensaje. No sólo tienen figuras estelares, como Alphonso Davies o Jonathan David, hay jóvenes como Jacob Shaffelburg y un ejército de entusiastas.
El partido, sobre todo para Canadá, fue un ensayo a futuro. El arquero fue Dayne St. Clair y tuvieron su oportunidad el zaguero Luc de Fougerolles, los volantes Mathieu Choiniere y Ali Ahmed y el delantero Tani Oluwaseyi. Con lo mejor, la Celeste actuó con Rodrigo Bentancur en el mediocampo, y Nahitán Nández y Matías Viña como laterales, como las principales novedades. Ninguno estuvo a la altura. Sólo el espíritu competitivo de Suárez, interminable. Infalible, también, en los penales.