12-06-2024
El Rojo venció al Taladro con gritos de Santi López y Ávalos y logró su primera victoria, antes de la presentación de Vaccari.
Independiente ganó un partido duro, trabajado, friccionado y cambiante. El talento de Santi López, la garra de David Martínez y el desequilibrio del ingresado Luna fueron las bases sobre las que se edificó la primera victoria del conjunto de Avallaneda en la Liga, justo antes de la presentación de Vaccari como técnico de cara al segundo semestre del año.
El Rojo es un equipo inestable, con respuestas impredecibles, al que le cuesta ser confiable. Y eso volvió a quedar en evidencia en el primer tiempo. Dependió, y mucho, de la capacidad de desequilibrio, la desfachatez y el atrevimiento de Santi López. El juvenil de 18 años, una de las promesas de la cantera, la pidió siempre y marcó la diferencia con su cambio de ritmo.
El pibe fue el más revulsivo del local y madrugó a todos en una jugada en la que exhibió su repertorio completo. Una acción que dejó en evidencia por qué lleva el cartel de promesa: encaró, gambeteó a dos y definió con un preciso zurdazo. Pero el equipo de Avellaneda no supo administrar la ventaja y dejó crecer al rival. Le permitió levantarse después del golpe del gol tempranero.
El local, con un sistema táctico flexible, defendió con línea de tres, con Marcone metido entre los zagueros ante la pérdida. Ignacio Rodríguez le ganó mucho la espalda a Salle y el Taladro generó peligro al perforar por el costado derecho de la defensa de Independiente, que mostró algunas falencias en el retroceso. Rey le ahogó un grito a Milton Giménez, quien luego selló el empate de cabeza tras una acción en la que el arquero no pudo contener un cabezazo de Insúa.
Después del impacto de la igualdad, el Rojo intentó arrinconar a Banfield. Y López fue su mejor recurso en materia ofensiva: tiró una diagonal bárbara para recibir un buen pase profundo de Salle que lo dejó mano a mano, aunque no logró definir. El conjunto de Avellaneda perdonó y lo pagó. Laso cometió un penal por mano, pero Giménez chocó con los guantes de Rey.
En el complemento, Tocalli se vio obligado a sacar a Mancuello y Millán, quienes presentaron molestias musculares. Aguilar entró para conformar una línea de tres zagueros en el fondo. Y también ingresó Luna, cuyo aporte fue clave para cambiar el partido. El ex Atlético de Rafaela entró enchufado, fue picante y oxigenó el ataque cuando López se empezó a quedar sin piernas producto del gran desgaste que hizo durante toda la noche. Alex generó un penal que luego capitalizó Ávalos. Fue desequilibrante y también exigió con remates de media distancia.
Independiente se acomodó en el tramo final del encuentro. Los defensores no se complicaron en la salida y la reventaron, tal como pidió Tocalli. Marcone y David Martínez se plantaron con firmeza en el medio, Luna aportó cambio de ritmo, López corrió hasta que las piernas le respondieron y Ávalos la aguantó en el área para hacer descansar al equipo.
El Rojo, que había ganado apenas uno de los últimos diez partidos por torneo, respiró hondo. Tocalli le dejó la casa en orden a Vaccari.